La muerte es el desate doloroso del nudo formado por la generación
con voluptuosidad.
Es la destrucción violenta del error fundamental de nuestro ser,
el gran desengaño.
La individualidad de la mayoría de los hombres es tan miserable y tan insignificante, que nada pierden con la muerte.
Lo que en ellos puede aun tener algún valor, es decir,
los rasgos generales de humanidad, eso subsiste en los demás hombres.
A la humanidad y no al individuo es a quien se le puede asegurar la duración. [SCHOPENHAUER]